Tras años de disputas sobre una ley alemana de cadenas de suministro, los ministros de Trabajo, Desarrollo y Economía han acordado un proyecto de ley conjunto, que fue aprobado por el Gabinete Federal en marzo de 2021. Este es un paso importante para salvaguardar los derechos humanos a lo largo de las cadenas de valor mundiales. La Ley de la Cadena de Suministro entrará en vigor en 2023 y se aplicará a todas las empresas con más de 3000 empleados. Los requisitos más estrictos llegarán ya en 2024, cuando la ley también deba ser aplicada por las empresas con más de 1000 empleados.
Uno de los próximos pasos será encontrar instrumentos y métodos de monitoreo adecuados para cumplir los requisitos establecidos por el gobierno alemán y los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de la ONU. El Estándar de Seguridad Alimentaria (FSS) puede desempeñar aquí un papel importante y ayudar a las empresas a cumplir sus obligaciones.
El FSS se desarrolló sobre la base del derecho humano a una alimentación adecuada y de las Directrices sobre el Derecho a la Alimentación adoptadas por el Consejo de la FAO en 2004. Las Directrices voluntarias tienen en cuenta una serie de consideraciones y principios importantes, como la igualdad y la lucha contra la discriminación, la participación y la inclusión, la rendición de cuentas y el Estado de derecho, y el principio de que todos los derechos humanos son universales, indivisibles, interrelacionados e interdependientes. Agrupado en 17 principios, el Estándar de Seguridad Alimentaria usa este enfoque holístico y abarca un amplio espectro de buenas prácticas y derechos humanos. Por lo tanto, no es un estándar independiente, sino que puede integrarse como complemento en otros estándares voluntarios de sostenibilidad existentes.
Un análisis realizado recientemente muestra que el FSS cubre los requisitos definidos en la Ley alemana de la cadena de suministro y es, por tanto, un instrumento adecuado para apoyar a las empresas agrícolas en el cumplimiento de sus obligaciones.
En concreto, El FSS consta de criterios que garantizan unas buenas condiciones laborales, incluidos salarios dignos, empleo libre de cualquier forma de discriminación, así como equipos de protección para trabajos peligrosos o arriesgados. La ley sobre la cadena de suministro exige a las empresas que garanticen los derechos sobre la tierra y el agua, así como el suministro de agua potable limpia. El FSS tiene en cuenta estos requisitos, especificados en una amplia gama de criterios e indicadores. Para excluir el trabajo infantil de todas las actividades agrícolas, tanto el FSS como la ley sobre la cadena de suministro se remiten al convenio (138) de la OIT, que prohíbe el empleo de niños menores de 15 años. Además, se prohíbe cualquier forma de trabajo forzado o traficado y los empleados son libres de formar sindicatos o afiliarse a ellos. El FSS exige la conformidad con la legislación nacional y regional, por lo que también excluye prácticas como la tortura, tal y como se prevé en la ley de la cadena de suministro. Además de estas especificaciones, la ley de la cadena de suministro, así como el FSS, exigen a las empresas que proporcionen y mantengan mecanismos de denuncia para estar al tanto de posibles infracciones y reaccionar en consecuencia.
Mientras que las obligaciones ambientales quedan prácticamente desatendidas en la ley alemana sobre la cadena de suministro, esto podría ser diferente en la versión europea de la ley. En marzo de 2021, el Parlamento Europeo aceptó por amplia mayoría la resolución sobre la diligencia debida y la responsabilidad de las empresas. Aunque la Comisión Europea aún debe definir los detalles en junio de este año, ya es evidente que la ley europea será más estricta. Además de la garantía de los derechos humanos, también se incluirán aspectos relacionados con la gobernanza y el ambiente. Además, el proyecto de la UE será obligatorio no sólo para todas las grandes empresas, sino también para las que cotizan en bolsa, así como para las empresas de alto riesgo registradas en la UE. Las empresas que distribuyan sus productos en el mercado europeo también estarán incluidas. Dado que la ley europea debe traducirse a la legislación alemana a más tardar seis meses después de su implementación, es de esperar que se impongan requisitos más estrictos también para la ley alemana sobre la cadena de suministro. Las empresas con visión de futuro están invitadas a adoptar directamente el FSS además de su norma de sostenibilidad como parte de su gestión de riesgos para evitar ajustes en una fase posterior.
